martes, diciembre 05, 2006

La tetería del Oso Malayo

Ya está en mis manos el último álbum de David Rubín, "La tetería del oso malayo", publicado por Astiberri.
Encuentro que, esta vez, tanto Astiberri como Rubín han echado el resto (aunque David siempre lo da todo, es su mejor virtud)
Astiberri usa un formato muy bonito y soluciona algunos del los defectos que tuvo el anterior álbum de David, "El circo del desaliento".
Por su parte Rubín hace un trabajo más orgánico a partir de historas que se hilvanan entre sí gracias a la tetería que regenta Sigrfrido, el Osos Malayo, testigo de casi todas las historias, menos la que protagoniza él mismo. La mayoría de las historias han sido publicadas anteriormente, en fechas muy dispares, muchas veces en color, y algunas se han quedado atrás en la evolución del autor. Por eso Rubín, generoso, las ha redibujado en unos casos y en otras adaptado al blanco y negro. Gráficamente, el álbum es una fiesta ("Antón ardiendo" tiene un entintado....brutal!!). David suple, con creces, sus carencias como dibujante a base de pasión y a base de gesto (parece que acabo de decir un topicazo, pero es así) Pero las plasticidad, la gráfica sólo es uno de los valores de Rubín, el otro es la emotividad, ese es su fuerte. Por poner un defecto, quizá la repetición de los mismos recursos, de los mismas tramas, los mismos arquetipos de héroes rotos y amores perdidos a los que nos tiene acostumbrados a sus seguidores estos últimos años. A lo mejor sería deseable que se diversificara en el futuro, para no acabar quemando este camino, ese filón, que él mismo ha encontrado.
Muy recomendable, me moló. Si ya no fuera Hugo, quisiera ser Rubín.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy deseando tenerlo bajo mis zarpas, lo he visto a cachos, pero quiero gozarlo en su integridad...
Venga, caballero, descánseme un algo si puede, y dibújeme otro algo tras los cinco minutos de respiro :)